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Mito XIV
La represión mínima en la retaguardia de los sublevados
Hay seis elementos que suelen aparecer en los discursos que defienden la veracidad de este tópico franquista. Estos elementos están señalados en negrita y son los que tendréis que localizar en el documento que se os ha asignado. En cursiva se explican las razones que dan los historiadores para desmontar cada elemento del mito, es decir, para explicar porqué ese argumento es falso, inexacto o engañoso.
14.1 La represión en la retaguardia golpista fue mínima (menos de 50.000 fusilados).
Falso. Los especialistas calculan el número de fusilados por los sublevados durante la guerra en un mínimo de 100.000. La cifra es en realidad mucho mayor - quizás el doble - pero nunca se sabrá con exactitud por la inmensa cantidad de "desaparecidos" (ejecutados sin pasar por los consejos de guerra), por la negativa actual de muchos políticos a permitir las excavaciones en sus regiones, y porque poco después de la muerte de Franco muchos documentos de los archivos militares y de la Guardia Civil desaparecieron o se quemaron misteriosamente...
14.2 Se niegan o se minimizan las numerosas matanzas provocadas por los golpistas (Badajoz, bombardeos a poblaciones civiles en Málaga, Guernika, Madrid o Barcelona,…).
Negacionismo. Todavía existen personas que niegan realidades tan evidentes como que más de dos mil personas murieron durante el bombardeo de Guernika, que miles de civiles murieron bombardeados cuando huían de Málaga a Almería, o que en la plaza de toros de Badajoz, el general Yägue (en esos momentos todavía coronel), ordena a sus hombres ametrallar a más de tres mil personas entre las que se encontraban también niños, mujeres, y ancianos.
14.3 La violencia de los sublevados sería una respuesta a una violencia anterior perpetrada por los republicanos.
Falso. En los tres primeros meses de guerra, entre julio y septiembre de 1936, los golpistas asesinan a más 50.000 personas, lo que implica que no se trata de una respuesta a una violencia precedente; es puro terror. Solo en Castilla y León, donde el golpe triunfó en todas las capitales en pocos días, cerca de diez mil personas fueron fusiladas en los primeros meses de guerra, ¿a qué violencia republicana previa respondía eso?
14.4 Los asesinatos en la zona golpista fueron provocados por incontrolados (falangistas, milicianos, pistoleros de extrema derecha…).
Falso. Es cierto que muchos fusilamientos se llevan a cabo por milicianos carlistas o miembros de las juventudes de grupos políticos de la derecha extrema, pero este no fue el método habitual de ejecución, y en cualquier caso, contaban con el consentimiento y la aprobación de los líderes de la sublevación, que eran conscientes de los actos de esos milicianos y los impulsaban a continuar con ellos.
14.5 No hubo una planificación de la represión y por lo tanto no se puede hablar de la violencia sublevada en términos de exterminio o genocidio.
Falso. El mismo organizador del golpe de Estado, el general Mola, decía en una de sus instrucciones al resto de conspiradores que “la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo” y que “serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades y sindicatos no afectos al Movimiento” y se les aplicarían “castigos ejemplares”. En la misma dirección apuntaba el general Franco cuando aseguró en una entrevista que, si era necesario, estaba dispuesto a matar a la mitad de los españoles para "salvar a España del marxismo". O el general Queipo de Llano, que animaba a sus hombres por la radio a violar a las mujeres republicanas. La represión estaba planeada desde antes del golpe y fue durante toda la guerra organizada e impulsada desde la cúpula militar de los sublevados. El carácter de genocidio lo demuestra el simple hecho de que ni siquiera en abril de 1939, terminada la guerra, los franquistas dejan de asesinar. Y se calcula que entre 1939 y 1947 más de 150.000 personas fueron asesinadas por los vencedores de la guerra.
14.6 Silencios: se ocultan o se manipulan las numerosas matanzas provocadas por los golpistas (Badajoz, bombardeos a poblaciones civiles en Málaga, Guernika, Madrid o Barcelona,…).
A veces no se mencionan las atrocidades que cometen los golpistas en la zona bajo su control, y cuando se hace se tergiversan los hechos. Un ejemplo paradigmático de esto es la idea difundida por el franquismo de que el bombardeo contra la población civil de Guernika fue una acción unilateral de los nazis, de la Legión Cóndor, y que las autoridades sublevadas no habían dado la orden de ataque. Cuando es evidente, y así lo aseguran los expertos, que una operación como la de Guernika en la que se emplea una quinta parte de los aviones de los insurrectos, tuvo que ser organizada desde el cuartel general del generalísimo.
Bibliografía consultada
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Preston, P. (2011). El holocausto español: odio y exterminio en la Guerra Civil y después. Debate.
Rodrigo, J. (2009). Franco practicó una política represiva ilegítima y desproporcionada. Temas para el debate, 172, 52-53