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"Pero, ¿todavía estáis con el franquismo? ¿Es que no sabéis que Franco murió hace 40 años? Yo prefiero mirar hacia el futuro, porque lo que pasó, pasó, y ya no se puede cambiar. Ninguno de nosotros vivimos aquella época, y rememorarla solo puede llevar a reabrir las viejas heridas y que vuelvan los odios del pasado..."

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¿Os suena? Quizás hayáis oído este discurso antes, o incluso alguno de vosotros/as lo hayáis pronunciado en alguna ocasión, como yo cuando tenía vuestra edad. El problema es que detrás de este discurso se halla la peligrosa trampa de pensar que los problemas actuales se pueden resolver sin comprenderlos. Porque, como dijo un brillante historiador, la Historia sirve para comprender el presente a través del pasado. O dicho de otro modo: sin comprender el pasado nunca vamos a comprender el mundo actual. Y, sin comprenderlo, dificilmente vamos a transformarlo, a mejorarlo, a encontrar soluciones a los problemas que atraviesa nuestra sociedad.

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¿Porqué millones de catalanes y vascos no se sienten españoles? ¿Porqué hay gente que no se identifica con la idea actual de España o con sus símbolos? ¿Porqué gran parte de los españoles son contrarios a la monarquía? ¿Porqué la Iglesia es más importante en España que en otros países de nuestro entorno? ¿Porqué hay grupos políticos que se oponen a la recuperación de la memoria de las víctimas de la dictadura? A ninguno de estos interrogantes se puede contestar sin saber y entender lo que ocurrió en España entre 1931 y 1981. Tenemos que recurrir a la Historia. Pero claro, ¿quién escribe esa Historia? ¿Cómo puedo saber si lo que me cuentan es verdadero o es falso? ¿Cómo diferencio lo real de lo ficticio, el mito de la realidad?

 

En esta actividad se os proporcionan algunas herramientas para hallar la respuesta a estas preguntas.

 

 

Sergio Ibáñez Llorente