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Hay cuatro elementos que suelen aparecer en los discursos que defienden la veracidad de este tópico franquista. Estos elementos están señalados en negrita y son los que tendréis que localizar en el documento que se os ha asignado. En cursiva se explican las razones que dan los historiadores para desmontar cada elemento del mito, es decir, para explicar porqué ese argumento es falso, inexacto o engañoso.

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12.1  No se puede hablar de una República democrática durante la Guerra Civil. El régimen se radicalizó y se volvió revolucionario.

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Falso. De los 34 meses que dura la Guerra Civil, la revolución social solo tiene lugar en los primeros 10 meses de guerra y en algunos lugares del territorio republicano, no en todos. Cuando se constituye el Ejército Popular y el gobierno de Largo Caballero consigue controlar la situación en la retaguardia republicana, la revolución se enfría y finalmente termina. La mejor prueba de que siguió existiendo un sistema democrático hasta 1936 es precisamente que la confrontación política entre diferentes facciones políticas (socialistas, comunistas, anarquistas, liberales) siguió produciendose entre 1936 y 1939 en la España republicana.

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12.2  El gobierno republicano durante la Guerra Civil estuvo cada vez más controlado por los comunistas y cumplía todas las órdenes que le mandaba Stalin desde Rusia.

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Inexacto. Es cierto que la influencia de los comunistas fue cada vez mayor a raíz de la ayuda soviética, especialmente a partir de mayo de 1937, pero su influencia es limitada: llegaron a tener un máximo de tres ministros en el gobierno, el presidente del gobierno era socialista y el de la República de la izquierda liberal, en Cataluña y Levante los anarquistas eran muy fuertes, etc. Los comunistas tenían mucho peso en Madrid y en el Ejército del Ebro. La influencia de Stalin también es limitada, y en varias ocasiones Negrín se niega a seguir las indicaciones de Stalin.

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12.3  La República se habría convertido en un estado comunista satélite de la URSS si hubiese ganado la guerra.

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Historia contrafactual. Es imposible saber lo que hubiera pasado, pero nada apunta a pensar que se habría instaurado un régimen comunista. Lo primero porque la mayor parte de las fuerzas republicanas no eran comunistas. Lo segundo porque las democracias occidentales no hubiesen permitido el triunfo de una revolución comunista en España. Y lo tercero, porque al propio Stalin no le interesaba la implantación de una república comunista española, le interesaba la supervivencia de una república burguesa fuerte en España que, junto a la francesa, fuera capaz de frenar a Hitler en la inminente guerra mundial.

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12.4 Silencios: proyecto político moderado de Negrín reflejado en sus “Trece Puntos”.

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Descontextualización. No se menciona la política moderada y conciliadora que llevan a cabo los dirigentes republicanos para lograr la adhesión de la burguesía francesa e inglesa contra el fascismo. Negrín hizo un gran esfuerzo para llegar a un compromiso con los sublevados, y propuso un plan para poner fin a la guerra y construir un nuevo régimen sobre la base de 13 puntos que no tenían nada de revolucionario, ni de radical.

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Bibliografía consultada

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Jackson, G. (2008). Juan Negrín: médico, socialista y jefe del Gobierno de la II República española. Grupo Planeta (GBS).

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Viñas, Á. (2010). El honor de la República: entre el acoso fascista, la hostilidad británica y la política de Stalin. Grupo Planeta (GBS).

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